Tratamiento

Dentro de cada diente hay una pulpa y un nervio, el nervio es un vestigio del tejido que originalmente formó el diente. Una vez los dientes están en la boca por largo tiempo, la función del nervio ya no es necesaria.

Cuando un diente está quebrado o tiene una cavidad muy profunda, las bacterias pueden entrar en la pulpa. Los gérmenes pueden causar una infección en el interior del diente. Si deja el diente sin tratamiento es posible la formación de abscesos, que son acumulación de pus. Cuando la pulpa infectada no es removida, el dolor es intenso y puede empezar a afectar el hueso y su salud en general. Sin un tratamiento adecuado sus dientes tendrán que ser removidos.

Los tratamientos de raíz involucran de una a tres visitas al dentista. Durante el tratamiento el dentista remueve la pulpa infectada, el próximo paso es limpiar el interior y los canales de la raíz para luego ser sellados. Después del procedimiento el paciente debe diariamente limpiar los dientes, usar la seda dental y en poco tiempo el diente volverá a nutrirse por los tejidos de la encía y durará muchos años más.

En la mayoría de los casos un tratamiento de la raíz es relativamente simple que involucra una o dos visitas. Lo mejor de todo, ¡podrá salvar su dentadura y lucir una bonita sonrisa!